Viernes, 22 de julio.
Amada galaxia cósmica de Majo.
Te hablo a ti. Tan sincera, tan única, tan tú.
Un refugio en un naufragio de recuerdos que se lleva el viento como un suspiro sin aviso ni improviso, tal como el agua desbordando de su caudal natural y otoñal.
Me pregunté; ¿Qué ama de nosotros el que nos quisiera distintos de lo que somos? Hablo de esta persona que sabe llegar al fondo de nuestro corazón, esa que escucha con prudencia, como tú, aconseja y no recrimina: ama y calla.
Pienso, y entre más pienso veo cualidades que están dentro de ti y aun mejor, soy cómplice de la dosis de amor que impartes a este mundo carente de esperanza, esperanza de descubrir perlas preciosas escondidas que nunca creí hallar.
A ti Majo me nace ayudarte y ofrecerte mi mano cuando creas necesitarla y si no es así quererte como a mi misma en los momentos gozosos.
Así pues, ten ánimos y confía porque hay un largo camino que te espera y las épocas en las que pesan las dificultades nunca son tiempo perdido, son ganancias de la vida que algún día tendrán sentido.
De parte de Venus para la estrella fugaz 3.45.
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